domingo, 30 de septiembre de 2018

HAMZA KASTRIOTI, EL SOBRINO TRAIDOR.




Todo drama, cualquier tragicomedia que se precie, necesita un traidor, un personaje que desencadene toda la acción de una novela. El traidor es la antítesis del protagonista (aunque a veces es tan fundamental para la narración como aquel), le da la espalda al héroe, y si tiene la oportunidad, no durará en asestarle una puñalada. En nuestra historia del Guerrero del Águila, el papel del traidor es interpretado por un sobrino de Skanderbeg, Hamza Kastrioti. 

Los celos y la ambición, dos pasiones muy humanas, suelen estar en la base de muchas traiciones. Hamza Castrioti, un noble albanés del siglo XV podría hablarnos del tema. 

Hamza Kastrioti (o Ameses Castrioti) era sobrino del príncipe albanés Skanderbeg y tras la muerte prematura de su padre fue criado por su tío como a un auténtico hijo. Hamza Kastrioti siguió a Skanderbeg durante los primeros años de la lucha que sostuvo contra los otomanos. Tío y sobrino formaron parte de los ejércitos del sultán hasta la batalla de Nis, cuando ambos desertaron, capturaron la fortaleza de Kruja, en el corazón de Albania y comenzaron una larga guerra contra los invasores turcos. 


Durante varios años combatieron juntos y Hamza se convirtió en un destacado lugarteniente de Skanderbeg; el joven muchacho se sentía y se veía en un futuro como sucesor de su tío. Pero todo cambió cuando nació Gjon, el primogénito de Skanderbeg. Hamza perdió toda esperanza de heredar algún día el principado de los Kastrioti. 

Los celos, la envidia, la ambición desmedida y ciertas dosis de ingratitud se apoderaron de los sentimientos de Hamza, que abandonó la causa albanesa y marchó a Constantinopla para ponder bajo las órdenes del sultán conquistador Mehmet II. 

En 1457 Hamza regresó a Albania, pero lo hizo al frente de un cuerpo de ejército otomano. Tío y sobrino, con sus respectivos ejércitos, se volvieron a ver las caras, esta vez enfrentados en el campo de batalla, en Ujebardha (o Albulena). En el transcurso de esa batalla Hamza fue capturado por las fuerzas de Skanderbeg y enviado como prisionero al Reino de Nápoles (estado aliado de Skanderbeg). 

Más tarde fue liberado y volvió a Constantinopla a reunirse con su esposa y sus hijos. Y allí permaneció trabajando como funcionario de alto rango en la corte del sultán. O malviviendo como un pordiosero según otras opiniones. 

La traición fue un duro golpe para la resistencia albanesa, una auténtica tragedia, pues Hamza tenía buena reputacion entre la tropa y estaba considerado uno de los generales más capaces. Su deserción mermó el poderío albanés, dejó en el aire la continudidad de la Liga de Lezhë y a Skanderbeg sin uno de sus posibles sucesores. 

Pero ¿y si el traidor no fue Hamza?. En la historia, como en la vida, todo es susceptible de ser interpretado. Es posible que Hamza abandonase a su tío convencido de que Skanderbeg se preocupaba más por los asuntos italianos, como vasallo del Rey de Nápoles, que por el principado Kastrioti. En este caso la razón de ser de defender Albania era que los otomanos no pudiesen alcanzar Italia. Para Hamza su tío no era un auténtico patriota, así que marchó a buscar el apoyo del sultán para que lo ayudase a convertirse en el Señor del Principado Kastrioti. Según esta interpretación Skanderbeg sería un simple peón, que defendía los intereses geoestratégicos del Reino de Nápoles. Juzguen ustedes mismos quien traicionó a quien. 





jueves, 20 de septiembre de 2018

BALLABAN BADERA.



Ballaban Badera, o Ballaban pashá, fue un militar otomano que luchó en las guerras de conquista de Albania. Ballaban nació en suelo albanés, en la región de Mat, y como muchos otros niños de la región balcánica, fue reclutado, enviado a Turquía, instruído e incorporado al ejército del sultán. 

En la primavera de 1465, la época en que comienzan todas las campañas militares, Ballaban tuvo la oportunidad de regresar a su tierra, al frente de un ejército otomano. Se trataba de una expedición punitiva que tenía como objetivo sofocar la rebelión iniciada por Skanderbeg. El primer encuentro entre ambos guerreros tuvo lugar en el mes de abril, cerca de Ohrid. 

En 1466 el sultán Mehmet II en persona se presentó en Albania y puso sitio a la ciudad de Kruja, centro de operaciones de Skanderbeg y principal bastión de la resistencia albanesa. Cuando la campaña fracasó, después de dos meses de inútil asedio, el sultán se retiró, abandonando a Ballaban en Albania. 

Tras unos meses de cierta tranquilidad, en 1467 Skanderbeg regresó de un viaje que le había llevado a Italia, reforzó la fortaleza y entró en combate con las tropas otomanas. Skanderbeg salió victorioso y Ballaban pashá perdió la vida en el choque. Según la lleyenda Ballaban recibió en el cuello el impacto de un arcabuz disparado por un tal Gergj Aleksi. 

La figura de Ballaban Badera es frecuente en la literatura oral albanesa como gran rival de Skanderbeg.

domingo, 9 de septiembre de 2018

SINAIA, LA PERLA DE LOS CÁRPATOS.




En Sinaia, una de las ciudades más turísticas de toda Rumanía, construyó el primer rey del país, Carol I, el Castelul Peles, un capricho nerorromántico que recuerda a los edificios alpinos tiroleses.


Lugar de asueto, descanso y recreo, para disfrute de la familia real, la primera dinastía reinante de un país que aún balbuceante, daba sus primeros pasos de forma autónoma a finales del siglo XIX.


Una montaña rocosa en el valle del Prahova fue el lugar elegido para edificar este bello palacio.


Las localidades turísticas de Rumania, aquellas que están en la montaña y cuentan con una estación balnearia son un completo horimiguero de coches, personas y autobuses. Un poco angustiosas. A través de un bazar natural, cuyas cubiertas están formadas por árboles y tenderetes que se abren a ambos lados se llega al Palacio Peles. Un auténtico enjambre humano, una marabunta de turistas armados con cámaras, ipods y los famosos palos de selfie se disponen a tomar al asalto los muros del castillo.