La
espalda dolorida, escozor en los ojos, quebraderos de cabeza. Tarea
ingrata, pero necesaria. Encajar visitar y rutas (por carreteras
complicadas) y distribuirlas en el tiempo que tenemos (tres semanas
aproximadamente). Y todo para no perder comba, no dejar atrás ningún
detalle y conseguir una gran visión de conjunto. A veces creo
enloquecer. Focos y lámparas me acompañan en estas horas nocturnas,
altas horas de la madrugada, la hora de las brujas y de las musas; el
atlas, el ordenador conectado a Internet, la libreta de notas, la
guía de Rumanía y toda la información de la que pueda disponer. El
capitán traza la ruta y el contramaestre dirige. Soy los dos al
mismo tiempo.
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